Puede sonar una locura leer este título, hoy más que nunca que tenemos y queremos estar 1000% conectados, sobre todo los que estamos tele trabajando para ayudar y apoyar desde lo que hacemos en esta pandemia.

En esta época de incertidumbre necesitamos descansar, y en este tiempo en que estamos conectados casi todo el día y más aún a través de plataformas tecnológicas, nos cuesta desconectarnos. Cuando dejamos de descansar y desconectarnos seguimos produciendo más y más cortisol, lo cual empieza a ser un problema y a veces no nos deja dormir. Y es aquí donde les hacemos una invitación que puede sonar un poco extraña al principio, pero luego de vivirla entenderán por qué de esta propuesta: tener rituales y aprender a desconectarnos.

La invitación es hacer un “detox” de tecnología y conexión, y establecer rituales, que pueden ser una vez a la semana y para los más valientes a diario. Volviendo a lo simple y a lo que nos conecta con nosotros mismos y con los que queremos. Al principio puede sonar casi una locura: “estar desconectados”, pero luego empieza a cobrar sentido y vemos que nos sirve no solo a nosotros, sino también a nuestra familia, a los que queremos y a nuestros compañeros de trabajo, por qué formamos parte de una red y así es como podemos, tenemos y debemos cuidarnos en pandemia: en comunidad.

Algunas ideas para esta invitación a los rituales y a la desconexión:

1. – Día de Detox o desconexión: si tienes la suerte y tus responsabilidades te lo permiten, elige un día de la semana en que puedas desconectarte de todo lo tecnológico, si, aunque no lo creas esa es la propuesta. Organiza y deja todo coordinado para poder desconectarte y estar tranquilo, que en tu familia sepan que es tu día de desconexión, coordina con tus compañeros de trabajo y que tus amigos también sepan que ese es “tu día de desconexión”, que no contestaras WhatsApps, no estarás viendo el correo y menos aún conectado a redes sociales.

2.- Busca un espacio para ti: muchas veces nos olvidamos de nosotros mismos, y dejamos de conectar con lo que nos gusta. Más en esta pandemia cuando queremos estar al servicio y apoyar a otros, o tal vez no queremos dejar de trabajar o tantas otras cosas que se nos vienen a la cabeza. Sin embargo, nuestra invitación es que busques un espacio para ti y lo que te guste hacer: a veces no es fácil descubrirlo, pero dejar al menos una hora al día para estar contigo mismo, meditando, pintando, leyendo, haciendo ejercicio en nuestra propia casa, estudiando algo que siempre te ha interesado puede ser una rutina que vayas incorporando a tu vida que traerá grandes beneficios para ti y los tuyos.

3.-Aprende algo nuevo: muchas veces nos decimos que no tenemos tiempos para nuevos aprendizajes, hoy te desafiamos y te decimos si puedes aprender algo nuevo, y no tiene por qué ser física cuántica, pueden ser cosas que siempre pensaste que nunca harías, por ejemplo, cocinar. Al principio suena como un gran desafío, pero una vez que empiezas ya no quieres detenerte más y nos ayuda mucho a la desconexión que necesitamos algunos días. Ideas hay muchas: pintar, cocinar, hacer ejercicios, meditar, escribir y tantas otras cosas que seguro se te ocurrirán.

4.- Establece rituales básicos en tu día a día: cosas simples que en la medida de lo posible puedas lograr, ya sea que estás trabajando desde tu casa o presencialmente. Elige algo que puedas hacer todos los días y te genere sensación de seguridad, que tanto buscamos en esta época de incertidumbre. Por ejemplo, tomar desayuno, aunque sea algo simple, puede ser un ritual que deje un espacio para ti, para conectarte antes de partir el día, para planificar lo que se viene. Y si eres de los que se levanta corriendo, tu ritual puede ser en la tarde antes de acostarte, sentarte en un lugar relajado y tomar un té. Busca algo que puedas hacer todos los días, que te haga sentido y que sea un espacio en el encuentres esa sensación de rutina.

5.- Preocúpate de tu alimentación: Tener una alimentación saludable es algo que nos ayuda a mantenernos sanos no solo física si no también mentalmente. Y eso no significa que tengan que ser comidas sofisticadas o con determinados alimentos, ojalá que sea lo más variado y nutritivo que puedas, pero más importante aún es el ritual de la alimentación. Establecer horarios y espacios para comer, ojalá tranquilamente, si puede ser acompañado mejor aún. Establece en la medida de lo posible horarios de almuerzo, donde tus compañeros de trabajo y tu familia sepan que es la hora destinada para no solo comer, si no también alimentarse.

6.- Distancia Física no es distancia social: tanto nos han hablado de mantener la distancia, que muchas veces nos confundimos y creemos que debemos estar alejados de los que queremos, y aquí nuevamente la invitación es a conectarse con un ritual diario. Somos seres sociales y necesitamos de los otros, conversar, escuchar el cariño, contar nuestras experiencias. Se nos pasan los días y a veces no sabemos cómo está nuestra abuela, incluso nuestros padres que hemos dejado de ir a ver, por qué queremos cuidarlos. Si quieres desafiarte aún más, conéctate con alguien de quien no sabes hace mucho tiempo, ese amigo que llamas solo para los cumpleaños, o el compañero de colegio que supiste estuvo enfermo.

7.- Gratitud: tal vez el ritual más importante y que deberíamos practicar cada día, desde que abrimos los ojos es agradecer. Agradecer por las pequeñas cosas que a veces parecen simples y que son tan importantes: como un abrazo que tengas la suerte de poder seguir recibiendo, de tu hijo, tu pareja o con quien estés pasando esta cuarentena. Agradecer los pequeños grandes regalos que nos da la vida, y también agradecer aquellos que nos cuesta y nos duele, porque son enseñanzas que nos hacen ser cada día más fuerte. La gratitud es algo que se practica, y su práctica diaria nos ayudará durante esta pandemia y a lo largo de la vida.

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